De la exclusión a la inclusión

Los modelos de atención se caracterizan por el tipo de trato hacia las personas discapacitadas. Actualmente se habla de los procesos de integración e inclusión de las personas con discapacidad, pero son consecuencias de su evolución, por tanto, es necesario revisar los modelos de atención que les han precedido: el de exclusión y el de segregación.

Modelo de exclusión
La inclusión de las personas con discapacidad ha constituido un largo proceso que inicia con laexclusión de este grupo de personas. Desde la Edad Antigua, las personas con alguna condición de salud eran vistas como una carga para el Estado pues no eran aptos ni para la guerra ni para los sistemas de economía y producción.

Esta concepción generó un primer modelo de trato hacia las personas con discapacidad: el de EXCLUSIÓN. Bajo el modelo de la exclusión, la sociedad decide prescindir de las personas que presentan alguna condición de salud, ya sea a través de la aplicación de políticas eugenésicas, o situándolas en el espacio destinado para los anormales y las clases pobres, con un denominador común caracterizado por la discriminación. Este modelo se estableció como un estigma que ha llevado a la sociedad a percibir y comportarse con distingo en rechazo de las personas con discapacidad, quienes al ser vistos como sujeto problema, han estado lejos de recibir un trato digno.

Modelo de segregación
Durante la Edad Media, la iglesia fue la primera en dar esperanza a las personas desventajadas al proveerles de asilo; no obstante, su principal motivo era proporcionar cuidado a fin de separarlos de la sociedad. Los asilos constituyeron la antesala de los sofisticados desarrollos del siglo XX que incluyeron terapias, y rehabilitación, producto del interés profesional que surgió durante esta época.
Este cambio de concepción representó un avance importante pues las personas con discapacidad dejan de ser consideradas inútiles o innecesarias en la medida en que sean rehabilitadas. Sin embargo, desde esta perspectiva son tratadas como objeto de caridad, pacientes enfermos y sujetos de asistencia; seres que debían “normalizarse” para que pudieran adaptarse a los distintos contextos sociales.
De esta manera, se establece un modelo de trato hacia las personas con discapacidad marcado por la SEGREGACIÓN. Este hecho dio lugar a la diferenciación de las personas normales y las anormales, con el consecuente trato diferencial a nivel social, educativo y laboral. Específicamente en el campo laboral, surgen conceptos como la capacitación vocacional y la colocación laboral en ambientes segregados, mecanismos marcados por el aislamiento obligado de la persona con discapacidad del resto de la sociedad.

Modelo de Integración
Gracias a los avances en materia de derechos humanos, se comienza a reflexionar si estos enfoques son realmente incluyentes. En consecuencia, lo que antes era considerado como un criterio de solidaridad, pasó a ser entendido como un derecho para todos. Surge así el modelo de INTEGRACIÓN, el cual busca que las personas con discapacidad se inserten a la sociedad y a los distintos espacios sociales. En tal sentido, la integración ha representado una manera de eliminar las barreras y obstáculos tanto físicos como burocráticos que han hecho que las personas con discapacidad se mantengan excluidas. Esto ha generado, consecuentemente, una mayor circulación de las personas con discapacidad, y, por ende, su visibilidad.

No obstante, la integración de las personas con discapacidad ha implicado insertarlas en la sociedad con un trato diferenciador, tomando como base su discapacidad o diferencias funcionales. Un ejemplo de Integración ha sido el abrir puestos laborales para personas con discapacidad en las empresas, asignándoles un espacio o dependencia distinta y diferenciadacon respecto a otros empleados.
Modelo de Inclusión - La inclusión es el camino
Aunque se reconocen los méritos provistos por la integración de las personas con discapacidad, las discusiones generadas en el marco de los derechos humanos plantean que el trato hacia ellas debe partir del respeto y la valoración por la dignidad humana, laigualdad y la libertad personal, propiciando la inclusión social, y basándose en principios como: la independencia, la no discriminación, la accesibilidad universal, la normalización del entorno, el diálogo civil y el respeto a la diversidad. Esta premisa parte de una visión social en la que se considera que las causas que originan la discapacidad son, en gran medida sociales. Por ello, este enfoque social apunta a que la persona y su discapacidad dejen de ser el centro, siendo la sociedad la que tiene que amoldarse y adecuarse a las características personales de cada persona.


Dicho paradigma dio pie al modelo de INCLUSIÓN: no se trata solamente de superar algunas barreras arquitectónicas, sino de tener acceso pleno a todos los servicios, beneficios y oportunidades que provee la sociedad a todos sus ciudadanos. La Inclusión busca que las personas no estén divididas en grupos por sus capacidades o diferencias funcionales. Por el contrario, se espera que las personas convivan, e interactúen, sin que la discapacidad sea un factor determinante para generar una división. Así, son los contextos los que deben adaptarse a las personas y no las personas a los ambientes o situaciones.

Desde el marco de la inclusión no solo se promueve la diversidad como un valor propio de la condición humana, sino que, además, se insiste en que las personas con discapacidad puedenaportar a la sociedad en igual medida que el resto de las personas, pero siempre desde la valoración y el respeto de la diferencia.
Diferencias entre integración e inclusión
Se tiende a confundir inclusión con integración, pero algunos rasgos diferenciadores entre estos términos son:

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